Por la mañana y por la noche, la piel sensible del rostro debe limpiarse hasta los poros y, a continuación, nutrirse con una crema hidratante adaptada a la piel. Incluso durante la limpieza, la piel puede recibir valiosas sustancias hidratantes. La cosmética natural ofrece una gran variedad de productos de limpieza facial, como la clásica leche limpiadora, una espuma limpiadora ligera y aireada, arcilla limpiadora sin tensioactivos, jabones faciales ecológicos o un gel limpiador suave y nutritivo para preparar la piel para la nueva regeneración diurna o nocturna.
El tipo de piel desempeña un papel decisivo en la eficacia de la limpieza facial. Los aceites limpiadores suaves o las leches limpiadoras sin tensioactivos son especialmente recomendables para las pieles con tendencia a la sequedad.
Durante el día, la piel del rostro se estresa por las influencias ambientales, la luz solar o el frío. Por este motivo, los productos de limpieza de la piel deben ser lo más suaves y tolerables posible y no contener perfumes, aditivos químicos, alcohol, parabenos ni derivados del petróleo. A la hora de elegir los productos adecuados para limpiar la piel del rostro, que es bastante sensible y está muy estresada, es importante utilizar únicamente cosméticos naturales. Éstos se basan en ingredientes naturales de origen vegetal y, por tanto, son especialmente suaves con la piel. De este modo, se pueden descartar en gran medida las reacciones alérgicas y las intolerancias.
La aplicación correcta de los productos de limpieza es importante para una limpieza eficaz de la piel. El producto limpiador debe aplicarse uniformemente con las yemas de los dedos o con una esponja, sin frotar. A continuación, el producto limpiador debe retirarse con movimientos circulares suaves y una esponja de agua tibia. Dependiendo del tipo de piel, puede aplicarse a continuación con un masaje una crema calmante o una crema regeneradora de noche. Los ligeros movimientos de masaje durante la limpieza y la hidratación favorecen la circulación sanguínea y alisan la piel.