El entusiasmo por el poder de las plantas y un enfoque consciente de la naturaleza se unen en los productos de Farfalla. Desde hace más de treinta años, el fabricante elabora cosméticos y fragancias naturales sin añadir sustancias sintéticas. Los diversos efectos de los aceites esenciales -desde equilibrantes y relajantes hasta tonificantes y vitalizantes- desempeñan un papel clave en todas las creaciones. Al menos el 80% de las materias primas certificables proceden de cultivos ecológicos y/o recolección silvestre. Esto protege el medio ambiente y garantiza un alto nivel de compatibilidad para el ser humano. En total, las materias primas proceden de más de 40 países de todo el mundo. En Correns, Francia, el primer pueblo ecológico de Europa, Farfalla dirige un proyecto de plantas aromáticas para aceites esenciales y extractos. En Madagascar, Farfalla participa en una iniciativa de comercio justo ecológico. El jengibre, la hierba limón, la pimienta, la vainilla y la canela se cultivan de forma sostenible para producir aceites esenciales, hierbas y especias ecológicas. Por cierto: las fragancias naturales y los cosméticos naturales de Farfalla no han sido probados en animales y están recomendados por la Asociación Suiza para el Bienestar Animal.
Frescor y cuidado a base de aceites esenciales
El agua de colonia vegana Mandarina es mediterránea, chispeante y afrutada, y recuerda a un soleado paseo por los cítricos italianos. La delicada fragancia de mandarina transmite una sensación de seguridad y un estado de ánimo positivo. El desodorante en spray Farfalla Daily Pleasure también se caracteriza por una fragancia soleada y fresca. Ofrece una protección fiable a largo plazo y no contiene sales de aluminio. El spray capilar Farfalla proporciona al cabello una fijación flexible, un volumen natural y un brillo seductor sin dejarlo pegajoso. El spray se puede peinar sin dejar residuos.