Una buena base de maquillaje es una parte importante de un look de maquillaje perfecto. Para encontrar el maquillaje adecuado para tu cutis, primero tienes que determinar tu tipo y color de piel. Para las pieles secas, existen bases líquidas de cosmética natural que hidratan, mientras que para las pieles grasas hay que utilizar polvos compactos para que la piel brillante parezca más mate. Si la piel tiende a mancharse, como es el caso de las pieles mixtas, se recomienda el maquillaje mineral, que se tolera especialmente bien y es suave con las pieles sensibles. Para una piel normal, una crema de día con color es suficiente como base.
El color adecuado
La finalidad del fondo de maquillaje es crear una buena base para el maquillaje. El factor decisivo para la base de maquillaje es también si el tipo de piel es fría o cálida. Las pieles frías tienen un tono rosado que tiende a ser ligeramente azulado. En este caso, se debe utilizar una base de maquillaje fría. El tono amarillento, rojizo o dorado de las pieles cálidas se acentúa con una base cálida.
Colorete para un acabado perfecto
La base de maquillaje se completa con colorete, mientras que el bronceador realza un poco el bronceado veraniego. También en este caso, el tipo de color debe decidir si se utilizan polvos bronceadores o colorete. El colorete, que no sólo debe combinar con el tono de la piel sino también con el color del pintalabios, aporta un toque extra de color. De este modo, el maquillaje y la base dan al rostro una obra de arte bien redondeada. Para los tipos de piel que se broncean rápidamente en verano pero tienden a parecer pálidos en invierno, recomendamos un colorete bicolor que permita a los tipos de piel fría brillar en diferentes tonos. Los cosméticos naturales combinan la belleza con la protección del medio ambiente para un aspecto perfecto con la conciencia tranquila.